El músico algecireño publica el disco ‘Tras las huellas de dios’, una obra conceptual consagrada a la vida de Paco de Lucía
Las huellas de dios es el nuevo trabajo discográfico del guitarrista flamenco José Carlos Gómez (Algeciras, Cádiz, 1972). Sin embargo, no es un disco nuevo. Todo estaba listo para publicarse a finales de 2023, pero un problema de salud le obligó a parar. No es la primera vez que le pasa. Otro problema de salud, en 1997, también le obligó a dejar de tocar la guitarra: un trasplante de riñón, que le donaría su propia madre, le dejó dificultades en una mano que le hizo buscar fortuna en otros ámbitos, como la composición, la producción y dar el paso adelante como cantante. Fue cuando murió el maestro Paco de Lucía, quien le había recomendado que no dejase nunca de tocar, pese a las dificultades, lo que le hizo volver. En homenaje al revolucionario de la guitarra está hecho Las huellas de dios, una obra conceptual, en la que evoca la vida y trayectoria del algecireño.
El estreno fue este mismo mes de mayo en Madrid, en el primer Festival de la Guitarra de la Comunidad organizado por Antonio Benamargo, donde pudo por primera vez tocar algunas de las piezas del disco. “Las sensaciones fueron muy buenas”, explica por teléfono desde Algeciras, donde reside. “Se vendieron todas las entradas y se me acabaron todos los cd que llevaba para vender. Creo que es una muestra de que la guitarra gusta muchísimo, creo que en España necesitamos un circuito mayor de guitarra de concierto”. Fue en un formato pequeño. Ahora prepara una presentación en La Línea (Cádiz) el día 24 con muchos invitados.
P: ¿Cómo fue el proceso de trabajo con este disco? Ha sido un trabajo muy artesanal, ¿cierto?
P: ¿Qué vino primero, elegir los pasajes de la trayectoria del maestro o las ideas musicales sobre las que trabajar?
R: Yo compongo sobre todo a partir de imágenes. El momento me ha inspirado una música. Por ejemplo, el tema que se titula calle San Francisco, que es la calle donde él nació, pues yo me imaginé como si estuviera en su bautizo. Y a su hermana cantando copla, que le cantaba muy bien cuando era un bebé, así que hice algo con aire de copla, una bulería así, despacito, como si fueran las cuatro de la mañana en una fiesta, cuando ya es una reunión pequeñita. También tenía ganas de hacer una colombiana, un toque que hace mucho que no veía en un disco de guitarra, y pensé que podía encajar en el tiempo en el que se fue a América por primera vez, con la compañía de José Greco…
P: Además de fuente de inspiración, usted ha tenido muchos vínculos personales con Paco de Lucía. ¿Cómo nace esa relación?
R: Bueno, yo no sé si en mi vida llegó primero la guitarra o llegó él, porque recuerdo verle en la televisión con dos o tres años y quedarme impactado, y a partir de ahí, no recuerdo haberme separado nunca de la guitarra. Mi padre se había criado en la misma calle en Algeciras que su familia y se convirtió en mi héroe. Con ocho años ya conocía a su hermano mayor, Ramón de Algeciras, y empecé a conocer a la familia. Yo traté mucho a María, su hermana, que vivía en Algeciras y a Paco también lo conocí prontito, ya con 13 ó 14 años y tuve un vínculo muy estrecho con esa familia. Esto ha sido una maravilla, imagínate, como un niño que quiere ser futbolista y vive en el mismo barrio que Messi.
P: De la mano de su sobrino José María Bandera, que trabajó muchos años junto a su tío, fue usted a Madrid a trabajar como guitarrista en el Ballet Nacional, además…
R: Sí, cuando yo tenía 16 ó 17 años me llamó para tocar con la bailaora Merche Esmeralda en Madrid y a partir de ahí surgió la posibilidad de trabajar con el Ballet Nacional, donde estuve seis o siete años, componiendo y viajando por el mundo.
P: Después de esta etapa vivió otra muy importante como compositor y productor de otros artistas: Joan Manuel Serrat, Lolita, Armando Manzanero, Niña Pastori, Sara Baras o Alejandro Sanz son algunos de los nombres. ¿Qué le hizo aparcar su propia carrera?
R: Bueno, yo estuve prácticamente diez años sin tocar. Yo pasé por un trasplante de riñón, en el año 1997 y eso cambió muchas cosas en mi vida. Ver la muerte tan de cerca me hizo pensar en qué quería hacer con mi vida y tomármela con más atrevimiento. El Ballet Nacional era una trampa, porque ahí tienes un sueldo fijo y llega un momento que te sientes más funcionario que artista. Después del trasplante decidí que quería hacer otras composiciones y empecé a trabajar para Niña Pastori o Marina Heredia y tantos otros artistas. Además, sufrí algunas dificultades como consecuencia en mi mano derecha, y empecé también a cantar.
P: ¿Cuál de estas colaboraciones fue más especial?
R: Trabajar en Cañaílla, el disco de Niña Pastori (Sony Music, 2000). Fue el primer trabajo que hice después del trasplante, además. Recuerdo que Alejandro Sanz, que era uno de los productores del disco, estaba en aquel momento viviendo en la casa de Miguel Bosé, así que me llamaron para ir, y cuando se abrió la puerta recuerdo que fue como llegar al paraíso donde yo quería estar, con un piano de cola al fondo todo lleno de velas, un ambiente de increíble. Aquello me abrió muchas puertas y me dio a conocer por mi manera de componer. Después trabajé también en el siguiente disco, María (Sony Music, 2002), y estuve con Alejandro Sanz en algunas giras en España.
P: Después hizo también algunos discos como cantante, ¿por qué decidió volver a la guitarra?
R: Llegó un momento que empezó a ser una necesidad. Hice la música de dos espectáculos de Sara Baras, Sabores y Carmen y me empezó a entrar un poco el cosquilleo. Pero, aún así, lo que fue fundamental para volver a hacer discos de guitarra fue la pérdida de Paco de Lucía. Cuando Paco fallece fue un shock tan grande que yo donde únicamente encontré alivio fue en la guitarra. Me agarré a la guitarra un poco como el que se agarra a una madera en el océano. Ese día le prometí que me iba a esforzar todo lo posible por seguir tocando, porque recordé unas palabras suyas que me dijo después de contarle yo que tenía dificultades para tocar por el trasplante. Me dijo que nunca lo dejara, que él estuvo un par de años sin tocar y le costó volver y a mí esas palabras me empezaron a resonar en la cabeza y me hizo retomar la guitarra. Así que me puse a tocar otra vez, me levantaba todos los días a las seis de la mañana y me ponía poquito a poco hasta que hice mi primer disco de guitarra en 2016. Y ahora ya voy por el tercero.
P: ¿Qué planes tienes después del concierto de La Línea?
R: Quiero que Las huellas de dios tenga el mayor recorrido posible porque además, después de publicarlo tuve que parar otra vez por problemas de salud y ahora sólo quiero tocar. Después de La Línea iré a presentarlo a Túnez y tengo bastantes conciertos cerrados también en Alemania. Pero este verano se me verá en otros carteles también, en festivales que aún no se han anunciado…
FUENTE: epe.es (https://www.epe.es/es/cultura/20240523/jose-carlos-gomez-guitarrista-flamenco-paco-de-lucia-nina-pastori-alejandro-sanz-102201863)